sábado, 23 de julio de 2016

Ecos

Inconexos,  como murmullos,

sus voces
me alcanzan con nitidez.

La brecha,
abierta como una llaga,
entre el presente
y el pasado que todavía respira,
parece cerrarse.

Es espantoso.

La mayoría de los ecos
son promesas de cristal,
rotas,
que aún cantan
con sus voces molidas.

Apenas palabras que fueron dichas
o escritas.
Palabras que compramos
a precios de oro
y que pagamos con nuestro afecto,
pero que no valían nada.

Pero su efecto se deshace
como hielo sobre arena,

dejan a penas un rastro de humedad que ha de perderse
según la seque el tiempo,

según sus nombres
mueran
de sed
poco a poco
en el Desierto.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario